La enfermedad y la salud de nuestro cuerpo y de nuestros órganos depende del funcionamiento de millones y millones de células.
El funcionamiento adecuado de estos elementos vitales garantiza un óptimo estado de salud, en tanto que un funcionamiento
defectuoso origina enfermedades.
La causa más importante y más frecuente de las disfunciones celulares reside en una deficiencia crónica de nutrientes esenciales,
como las vitaminas, los aminoácidos, los minerales y los oligoelementos. Estas sustancias vitales son imprescindibles para un gran
número de reacciones bioquímicas y otras funciones de cada una de las células de nuestro cuerpo. Por todo ello, es lógico que la
deficiencia de uno o varios elementos esenciales produzca disfunciones y enfermedades.
La medicina nutricional también explica por qué las afecciones cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en muchos países.
El corazón y los vasos sanguíneos son los órganos más activos de nuestro cuerpo debido a su constante función de bombeo. Esta enorme
carga mecánica hace que las células del sistema cardiovascular consuman grandes cantidades de vitaminas y otras sustancias nutritivas esenciales.
Por tanto, la medicina nutricional aboga por una dosis diaria óptima de vitaminas y otros elementos vitales como principal medida preventiva y terapéutica contra las
enfermedades cardiovasculares y otros muchos problemas de salud.